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| (Foto: Edu Botella/AGM) |
Paquita Carreño pierde su hogar y su lugar de trabajo, ya que regenta el bar anexo a su casa. Paquita tiene 65 años y es propietaria de una casa y un bar en el torreño barrio de La Condomina. Sus clientes son escasos, sólo sus vecinos y alguna patrulla de Policía Local en su descanso, pero las ganancias le ayudan a sobrevivir hasta que tenga derecho a una pensión. Sin embargo, este jueves fue desahuciada de su casa por una deuda a un prestamista que no es suya.
“Yo no he pedido préstamos. Es un señor que le dio un dinero a mi exmarido y ahora este señor dice que esto es suyo. Yo, si este señor me lo hubiera dicho con tiempo, le hubiera pagado, porque hace ya 29 años y yo me enteré hace cuatro o cinco
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