lunes, 9 de julio de 2012

SOLARES ABANDONADOS Y PELIGROSOS


EN CASO DE INCENDIO, EN  ÉPOCA ESTIVAL, PODRÍAN SUPONER UN GRAVE RIESGO PARA LAS VIVIENDAS CERCANAS

Es muy cómodo y fácil tener un solar o una casa abandonada. No cuesta nada su mantenimiento, solo que muchas veces este grado de abandono puede significar un peligro para el colectivo vecinal. Nos referimos especialmente a los  solares dejados a su suerte. Son un foco de maleza y arbustos resecos, fácilmente combustibles, y además una escombrera a cielo abierto en la mayoría de los casos, pues hay gente que antes de llegar a los contenedores que tiran basura, desperdicios o enseres viejos, abandonándolos en ellos. No solo representan un claro peligro de incendio, sino que son focos muy contaminantes que degradan el medio ambiente.

A veces una simple colilla, un cristal de botella que actúa como lupa, algún producto inflamable (como un spray) o la mala acción gamberril de niños inconscientes, puede ser el detonante de un incendio de proporciones devastadoras, según la hora del día. Con las viviendas cerradas ocurre igual, aunque el peligro sea menor. La salubridad de estos lugares deja mucho que desear y la mayoría son nidos de mugre y ratas y malos olores que salen por ventanas rotas o entreabiertas. Debería la administración obligar a sus propietarios a mantener adecuadamente estas propiedades, especialmente en lo que a limpieza se refiere puesto que la desocupación y la higiene no están reñidos.

(REDACCIÓN)