TODO PARACE INDICAR QUE FUERON ASESINADOS POR SU PADRE, JOSÉ
BRETÓN, QUIEN DESPUÉS INCINERÓ EL CUERPO DE LOS PEQUEÑOS EN UNA FINCA FAMILIAR

El furgón policial con el preso ha estado de nuevo en la
finca y ha abandonado la parcela después de que la recogida de muestras
concluyera. Durante más de dos horas, Bretón ha permanecido junto a su letrado,
José María Sánchez de Puerta, y el hijo de este, Baldomero Sánchez de Puerta,
que también ejerce la defensa. Ambos han detallado a la prensa a la salida de la
parcela informando de que se ha recogido las nuevas pruebas que ha ordenado el
juez del caso, José Luis Rodríguez Lainz, para las dos nuevos análisis de
carácter morfológico, cuyo fin es comprobar si efectivamente son restos humanos
los que contenía la hoguera de la finca. La tierra y otras muestras se han
recogido unos bidones, unos utensilios como varias palas y una mesa de hierro,
que supuestamente tuvo contacto con la hoguera, tras lo cual han perfilado un
acta, y ha concluido el procedimiento, que ha sido corto y con esto ya se
terminan las actuaciones en Las Quemadillas,
según el abogado.
Mientras tanto, Bretón se muestra muy tranquilo, no está
nervioso y quiere que todo pase lo antes posible, según el abogado, quien añade
que su cliente no admite su culpabilidad en los hechos, y sigue exactamente
igual que el primer día con aplomo y tranquilidad total.
Después de estas nuevas diligencias, Bretón ha sido
conducido hasta el Centro Penitenciario de Alcolea (Córdoba), donde se le sigue
aplicando el régimen antisuicidio, recuerda su abogado, y añade que el juez le
ha comentado que con estas nuevas pruebas tan contundentes podría correr
peligro la vida de Bretón.
Entretanto, el abogado asegura que no va a dejar la defensa,
dado que Bretón se lo ha pedido, y le ha dicho que pase lo que pase, siempre
estará con él, y lo va hacer, porque es un hombre que le ha depositado su
confianza. José Bretón, padre de Ruth y
José, ingresó en el Centro Penitenciario de Alcolea (Córdoba) el 21 de octubre de 2011,
donde permanece procesado hasta la fecha por la presunta comisión de los
delitos de detención ilegal y simulación de delito, (y con la activación del
protocolo de prevención de suicidios) estos delitos ahora podrían verse
elevados a la categoría de asesinato con agravantes de conformarse las nuevas
pruebas realizadas por especialistas independientes. También se confirmaría el
desprestigio y la actuación “chapucera” de la Policía Científica de Andalucía,
al no ser capaz de resolver estos injustificables crímenes.
(REDACCIÓN)