Después de una mañana entre cerveza y cerveza, llega el turno de los más
pequeños. En la tarde del domingo, el parque infantil se despliega en la
pista polideportiva para deleite de los niños que disfrutan saltando en
las colchonetas y toboganes, intentando mantenerse sobre el toro
mecánico y paseando en el tren que recorría algunas calles del centro
del pueblo.
Más tarde, en el recinto del colegio, tiene lugar la degustación de morcillas, acompañadas con unos buenos vasos de cerveza.
(REDACCIÓN)
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