jueves, 2 de agosto de 2012

UN VERANO DE INFARTO CON ALTAS TEMPERATURAS Y EL MES DE JULIO MÁS SECO DE LOS ÚLTIMOS 70 AÑOS


LA ALERTA NARANJA ES CASI FRECUENTE EN UNA REGIÓN TRADICIONALMENTE MUCHO MÁS CALUROSA EN LOS ÚLTIMOS DOS DECENIOS

La agresión brutal que en Murcia se ha hecho contra la Naturaleza nos está pasando factura y la seguirá pasando en el futuro. De la nefasta fiebre del ladrillo, ese insano monocultivo que convirtió grandes zonas verdes en moles de ladrillo y cemento, seguiremos pagando las consecuencias año tras año. La vegetación murciana, la huerta tradicional,  ruin y mustia como diría nuestro genial poeta Vicente Medina, la dejamos perder y aquí tenemos las con secuencias. Cimbramos las acequias y azarbes, talamos mimbrales y toda la arboleda ribereña del Segura, destruimos el sistema tradicional de regadío, convertimos fértiles huertos en solares de yerba reseca, abandonamos la tierra, cortamos los cañaverales y bosquecillos y como consecuencia de tanto desatino desapareció aquel microclima que antaño nos ayudaba a soportar los rigores estivales.
Por esta razón las temperaturas alcanzan y superan los 40ºC, incluso a la sombra, haciendo insoportable y peligroso caminar por la calle en las horas centrales del día: el propio Observatorio de Hidratación y Salud en colaboración con la Organización Médico Colegial ha elaborado un estudio sobre hábitos de hidratación que sitúa al 41% de los murcianos en riesgo de deshidratación. En la calle los peatones extreman las medidas y recomendaciones para evitar problemas de salud durante este mes de agosto y aún así continúan los problemas. La voracidad inmobiliaria y quienes la toleraron y alentaron son los culpables. Nunca aprenderemos que la agresión al medio ambiente tiene un alto precio que hay que pagar siempre. Como lo estamos pagando ahora. Como lo pagaremos en el futuro.

(REDACCIÓN)