sábado, 8 de junio de 2013

Los detenidos por el asesinato de Ingrid Visser y su compañero, se niegan a declarar ante el Juez



Sus abogados defensores dicen que se están realizando “juicios paralelos” en los medios de comunicación

Juan Cuenca y los dos sicarios que presuntamente contrató para matar a Ingrid Visser y su pareja, Lodewijk Severein, regresaron ayer a la cárcel de Sangonera después de pasar por el jugzado de Instrucción 7, en la Ciudad de la Justicia de Murcia, donde se acogieron a su derecho de no declarar. El titular del juzgado, José Fernández Ayuso, ratificaba así la orden de prisión provisional dictada por un juez de Valencia. El auto considera que la causa cuenta ya con indicios suficientes para ratificar la prisión provisional impuesta, "sin perjuicio de que, en el curso de la investigación, se determine la posible implicación de otras personas". Los acusados fueron trasladados el pasado martes, desde Picassent (Valencia) a Sangonera, tras inhibirse en favor del juzgado de Murcia el magistrado de Valencia que les tomó declaración después de su detención en la comunidad vecina.

Los detenidos fueron llevados ayer por mañana a la Ciudad de la Justicia de Murcia, donde llegaron en furgones policiales. Además de comparecer ante el magistrado Fernández Ayuso, los acusados formaron parte de una rueda de reconocimiento. La dueña de la casa rural de La Hurona (Molina de Segura) en la que se sospecha que se cometió el crimen, de nombre Paquita, no reconoció a ninguno de los tres. La mujer dijo que había visto gente en un coche junto a su propiedad, pero que no eran Cuenca ni los rumanos. El primero en sentarse ante el juez fue el exgerente del equipo de voley de Murcia en el que jugó Visser hace años. Juan Cuenca se acogió a su derecho a no declarar. A la salida de la comparecencia, los abogados que lo defienden -José María Caballero y Pablo Ruiz- criticaron que se esté llevando a cabo "un juicio paralelo a nivel mediático", lo que, a su juicio, perjudica a su cliente. "Ustedes saben más que nosotros", dijeron los letrados a los periodistas -tanto de España como venidos de Holanda- congregados a las puertas de la Ciudad de la Justicia.

Asimismo, los abogados remarcaron que Cuenca "mantiene su inocencia". Caballero, en concreto, explicó que el exgerente del voley no había declarado ante el juez porque "la igualdad de condiciones no se da, y es fundamental que exista para que una persona colabore". Pablo Ruiz, por su parte, dijo que su cliente es "una persona normal, respetuosa", a quien "no se le detecta ningún tipo de comportamiento que pueda hacer pensar nada extraño, mucho menos que se pueda ver implicado en un caso como este".
Por su parte, Antonio Francisco Illán, abogado de oficio que se encarga de defender a I. V. -uno de los presuntos sicarios rumanos, junto con S. C.- apuntó que su cliente -que también se negó a declarar- se encuentra "muy desconcertado" y que "mantiene que no ha tenido ninguna participación en los hechos".

(Ana Lucas en La Opinión)