miércoles, 5 de junio de 2013

Robo en la iglesia parroquial de Los Dolores (Murcia)



Los ladrones se llevaron un cuantioso botín de cálices, patenas, cruces de plata y dos sagrarios

Párrocos de Los Dolores (imagen: La Verdad.es)
En tiempos de crisis y ante la oleada de robos que se producen un día sí y otro también, ni siquiera los templos se libran de la acción delictiva de una actividad que podríamos catalogar como un oficio tan antiguo como el de las meretrices. En esta ocasión le ha tocado el turno a la iglesia parroquial de la pedanía murciana de Los Dolores. Fue un robo que tenía lugar  el pasado viernes a pleno mediodía, unas horas en las que nadie supone se pueda cometer un hecho de esta naturaleza. Eso debieron pensar los ladrones quienes, limpiamente, sustrajeron cálices, copones, patenas, objetos de plata y hasta dos sagrarios. Francisco Pagán, uno de los párrocos, manifestó que no solo se produjo una profanación del templo, sino también un sacrilegio porque se llevaron el sagrario principal de la iglesia, con las sagradas formas.

Con independencia de las creencias religiosas –y dado el valor histórico-artístico de muchos de estos objetos de culto- los ciudadanos se preguntan porqué los recintos religiosos no están dotados de unas mínimas medidas de seguridad adecuadas al valor del patrimonio que contienen. En este sentido la iglesia como institución debería arbitrar las medidas necesarias para evitar estos sucesos contratando los servicios de seguridad correspondientes, disponiendo de elementos electrónicos de alarma o procurando tener lugares adecuados y bien protegidos para la conservación de objetos e imágenes de gran valor. No es el primer robo que ocurre en un establecimiento religioso con las consiguientes pérdidas de una parte de ese valioso patrimonio que, a veces, tiene siglos de antigüedad.

(Redacción)