En esta imagen podemos ver el paseo que se comenzó a realizar sobre el antiguo cauce de la ahora cimbrada acequia Puxmarina, que pretendía ampliarse hasta el paraje de la boquera, y que contaba con parterres, bancos, alumbrado, y quien sabe si algún parque infantil. Desgraciadamente, ese espacio público no llegó a ser siquiera inaugurado pues sufrió el ataque de los vándalos, que destrozaron el mobiliario, robaron el cableado de las farolas, realizaron pintadas, rompieron los recién plantados árboles e incluso encendieron fogatas en el asfalto. Lo más triste es que estos individuos, que dudosamente pueden considerarse ciudadanos, varían en una horquilla de 10 a 20 años. Si esta es la juventud que nos espera, en buenas manos dejaremos la sociedad...
(REMITIDO)


