ES UNA DE LAS MEDIDAS MÁS DURAS E IMPOPULARES IMPUESTAS POR EL ACTUAL GOBIERNO
El presidente del Gobierno, ha inaugurado el curso político
en la localidad pontevedresa de Soutomaior y lo ha hecho con un discurso con el
que ha intentado justificar algunas de sus medidas más duras y contestadas por
la ciudadanía, como la subida del IVA de la que ha dicho que no va a caer en
saco roto. Esta medida estaba anunciada desde mediados de año. Mariano Rajoy ha
reconocido públicamente que está perdiendo el apoyo ciudadano y, según
manifiesta, está recibiendo más críticas de las esperadas. No obstante, confía
en que una gran mayoría de españoles con sentido común valoren que su Gobierno
está trabajando desde el primer día para solucionar un problema que no ha
creado su equipo gubernamental. Ha insistido en que los grandes sacrificios que
ha pedido a los españoles para salir de la crisis no serán en vano confiando
que en junio de 2013 la situación general de la economía española esté mucho
mejor que hoy.
Sin embargo Rajoy no ha hecho alusión a las elecciones
vascas ni a la lucha antiterrorista, ha puesto como ejemplo de buen gobernante
al presidente de la Xunta de Galicia y candidato a la reelección, Alberto Núñez
Feijóo. También ha querido recalcar que en Gobierno, en tan solo ocho meses de
mandato, se ha convertido en el más exigente en historia de España con las
comunidades autónomas, a la vez que ha sido el que más apoyado ha prestado a
los gobiernos regionales con medidas como el plan de pago a proveedores, el
aplazamiento del pago de adelantos o el plan de liquidez autonómico.
Rajoy ha insistido en que los presidentes de las comunidades
españolas deben mejorar la eficacia, pero más importante que esta cuestión es,
a su juicio, que los presidentes regionales cuiden mucho su lenguaje porque
pueden hacer mucho daño, dado el interés general y ha pedido para ello
responsabilidad y lealtad. Rajoy, en otro momento de su intervención, en clave
de precampaña gallega, dijo que se hacía cargo que la subida del IVA es un
sacrificio que llega en un mal momento para los españoles. Ha reiterado que
aprobó el incremento del principal impuesto del consumo porque no tenía ninguna
otra opción y ha explicado que los ingresos extraordinarios que esta subida
proporcione al Estado servirán para mantener el estado del bienestar especialmente para pagar la sanidad, la
educación, las pensiones y las infraestructuras.
(REDACCIÓN)

