Aunque los medios de comunicación regionales han despejado algunas
incógnitas, sigue sin conocerse el verdadero motivo de este brutal suceso
El macabro asesinato de la
exjugadora holandesa de voleibol Ingrid Visser y su compañero sentimental, el
empresario Lodewijk Severein en Murcia ha provocado una gran conmoción no solo en
la Región sino sobre todo en Holanda, el país de origen de la pareja. Se trata
de un suceso que ya se ha elevado a la categoría de los peores crímenes
ocurridos en la Región y ha entrado a formar parte de nuestra crónica negra. Este
suceso se puede equiparar al llamado “crimen de los novilleros” o al de la
“parricida de Santomera”, aunque el
‘caso Visser’ presenta unos ingredientes que lo catalogan como uno de los
peores asesinatos con un final lleno de incógnitas, puntos oscuros y muchas interrogantes.
Y mucho más aún cuando ya se sabe
que el doble asesinato no resultó de una acalorada discusión entre la pareja de
holandeses y sus presuntos captores, el exgerente del Club Voleibol Murcia 2005,
Juan Cuenca y los rumanos Constantin Stan y Valentin Ion, contratados como
sicarios para torturarlos, matarlos a golpes en la casa rural ‘La Colorá’ de la
pedanía molinense de El Fenazar y enterrarlos más tarde en un huerto de la
pedanía murciana de Alquerías. Resulta
todavía más espantoso saber que cuando Visser y Severein fueron conducidos
hasta la vivienda rural, su destino estaba decidido. No existía negociación
porque de allí ya no saldrían vivos. Los rumanos habían comprado antes de ir a
la casa todo lo necesario para limpiarla a fondo, por lo que el crimen estaba
diseñado con premeditación y alevosía.
Pero tras este último dato se
esconden aún más interrogantes. ¿Cuáles fueron los motivos concretos de la
emboscada a la pareja holandesa? ¿Hay más implicados detrás de este crimen? Si
lo que pretendían era que Severin renunciara al cobro de las deudas que
presuntamente tenía con Cuenca, ¿por qué los verdugos aplicaron tanta crueldad
contra sus víctimas? Demasiadas interrogantes
y pocas respuestas que nuestros más importantes medios regionales, como el
diario La Verdad, intenta recopilar para ofrecer una información exhaustiva y
veraz.
(Agencias)