domingo, 2 de junio de 2013

Se conmemora el 10º Aniversario del brutal accidente ferroviario en Chinchilla



Un trazado viario tercermundista fue en parte culpable de aquel luctuoso suceso que costó la pérdida de 19 vidas humanas, provocó 40 heridos y muchos daños materiales

Han pasado diez años, pero los momentos que vivieron aquel 3 de junio de 2003 se les han quedado grabados a fuego a quienes fueron sus protagonistas. A las 21:30 horas un tren de pasajeros compuesto por la locomotora «Virgen de Begoña» remolcando una rama de Talgo VI entró en la estación de Chinchilla (situada al sureste de Albacete en la bifurcación de las líneas hacia Alicante y Murcia) procedente de Madrid-Chamartin y con destino a Cartagena, en la región de Murcia. A las 21:35 el tren salió de la estación por la línea de Murcia cuando por la misma vía y en sentido contrario se encontraba circulando un tren de mercancías procedente de Murcia, siendo su titular la locomotora 333.304. Ambos trenes se encontraron y colisionaron frontalmente a unos 3 km de la estación. Tras el impacto se produjo un incendio que se extendió rápidamente hacia los primeros coches Talgo, resultando calcinadas varias unidades del convoy, con temperaturas que llegaron a alcanzar los 1.800º centígrados. Las dos locomotoras resultaron destruidas por la violencia del impacto y causaron baja definitiva en el parque de Renfe. El resultado fue de 19 muertos y una cuarentena larga de heridos (otras fuentes hablan de 65 en diversos grados), más los daños en materiales e infraestructuras.


El accidente se produjo según la investigación judicial debido a que el factor de circulación de la estación de FFCC de Chinchilla se dejó la señal de salida de la vía en que se encontraba el Talgo, en posición verde, indicando vía libre, y dio orden de marcha al tren de pasajeros, sin recordar que por ese tramo de vía única circulaba el mercancías en sentido contrario que debía cruzarse con éste en la propia estación.
El acusado, declarado culpable, lo fue a causa de un despiste según indicaron las investigaciones; aun así el ministerio fiscal de Castilla-La Mancha solicitó una pena de 2 años y 181 días, como presunto responsable de 19 homicidios y 48 delitos de lesiones por imprudencia. Una sentencia del año 2006 le condenó a esta pena solicitada, en tanto que establecía la causa del accidente en "un error o negligencia del jefe de estación”. Lo que no se dijo nunca oficialmente es que otro culpable de vital importancia, fue el mantenimiento de una estructura ferroviaria obsoleta, tercermundista e impropia para un volumen de tráfico de personas y mercancías como el que soportaba en esos tiempos. Una verdadera “chapuza” de línea que ningún gobierno hasta entonces había planeado modernizar.

(Varias fuentes y Redacción)