viernes, 14 de junio de 2013

Puebla de Soto: daños importantes en un edificio histórico



La cubierta del Molino de Caballero se desploma y Urbanismo exige responsabilidades al dueño

(Foto: Alfonso Durán)
El patrimonio de Murcia sufre un desamparo de años y abandono de décadas por la desidia de los gobernantes, sin distinción de colores o ideologías políticas. En esta ocasión ha ocurrido en Puebla de Soto; los vecinos alertaron ayer jueves de que se había derrumbado la cubierta o tejado del Molino del Caballero, una histórica edificación que desde hace tiempo está en la lista negra de monumentos abandonados. El molino es propiedad  de un promotor que ayer no había podido ser localizado; la Policía Local y los Bomberos acordonaron la zona y a ella se trasladaron técnicos de la Concejalía de Urbanismo, que redactaron un parte para informar de los hechos al Servicio de Patrimonio Histórico de la Consejería de Cultura. Huermur recordó ayer que el Ayuntamiento pidió en 2009 una ayuda de 100.000 euros a la Comunidad para su restauración y puesta en valor, así como el de La Pólvora de Rincón de Beniscornia.


Este Molino histórico fue construido sobre la acequia de Barreras por Pedro de Soto en 1476 sobre un molino anterior hispanomusulmán. En principio se trataba de un molino harinero, pasando más tarde a moler pimentón. El alcalde pedáneo, Francisco Galera, ha reclamado una intervención en numerosas ocasiones; el PSOE se mostró «avergonzado por la indiferencia y el desprecio del PP hacia los signos de identidad de la Huerta murciana». El Pleno del Consistorio aprobó hace meses crear una escuela taller para rehabilitar el patrimonio. Pero las ayudas no llegan. Este edificio de la Puebla aún se puede recuperar, no así el de Oliver, en Aljucer, ni los históricos de Puxmarín (anterior a la fundación de nuestro pueblo) y del Batán, en La Raya; el primero de ellos fue derribado, tras un indiscutible pelotazo urbanístico, para construir pisos y el del Batán (del siglo XVIII), que es de propiedad privada, ha sido desmoronado sin que nadie haya hecho nada por conservar estos lugares emblemáticos. Y es que en Murcia la política frente a muchos edificios históricos tiene un nombre: DESIDIA Y ABANDONO.

(Redacción)