jueves, 23 de agosto de 2012

LATBUS: UN JUEGO DE “PING-PONG” ENTRE CÁMARA Y VALCÁRCEL


LOS REPRESENTANTES DE AMBAS INSTITUCIONES SE ACUSAN VELADAMENTE DE LOS PROBLEMAS QUE EXISTEN EN LOS MEDIOS DE TRANSPORTE URBANO Y DEL “TARIFAZO”

El transporte público murciano se ha convertido en un extraño contencioso entre la Comunidad Autónoma y el Ayuntamiento de Murcia. Las exigencias de recortes no han disimulado las dificultades para asumir con ayudas públicas la financiación de este servicio básico. En el municipio de Murcia, donde se concentra el mayor movimiento de viajeros de la Región, se da la paradoja de que las competencias están repartidas, de modo que el Ayuntamiento tiene potestad sobre las líneas urbanas (ciudad) y la Comunidad sobre las interurbanas (pedanías). Cada administración decide tarifas y define las rutas y sus frecuencias y, en su caso, las ayudas para fomentar su uso. Un mismo operador, Latbus, tiene adjudicadas las dos concesiones: la urbana, que expira el próximo 30 de septiembre, y la de pedanías, que será en 2024.

Por eso el alcalde de Murcia, en su primera comparecencia una semana después del “tarifazo” de Latbus en las líneas de pedanías, no quiso verse involucrado en el conflicto porque, según el alcalde de la capital, está fuera de la legalidad la alteración de precios al no contar con la autorización administrativa, y porque este asunto no es de competencia municipal, pues afecta a las líneas de pedanías, ignorando que los usuarios son habitantes del municipio que gobierna.
Cámara dice tener claro que el conflicto con Latbus es un asunto entre una empresa concesionaria y su concesionario, o dicho de otro modo,  entre Latbus y la Comunidad Autónoma y sus declaraciones dan a entender que en este contencioso el Consistorio quiere asumir el papel de figurante y no el de protagonista. El Alcalde también eludió opinar sobre la versión de los hechos que ha ofrecido  el presidente Ramón Luis Valcárcel, quien vino a decir que la decisión unilateral de Latbus de aplicar sin subvención las tarifas de pedanías y dejar en suspenso el convenio de simplificación (Unibono) estaba motivada, en buena medida,  porque el Ayuntamiento se había inhibido en el pago de las ayudas.
En una reciente intervención Cámara guardó silencio ante lo dicho por Valcárcel, dando a entender que la solución al conflicto actual de Latbus -la subida de tarifas y la suspensión de los bonos- no depende de su administración, y aseguró que el Consistorio no debe nada a Latbus y señaló que la concesión municipal de Latbus no recogía ninguna subvención a la compañía. «Lo que sí ha hecho y está haciendo el Ayuntamiento, según sus palabras, es defender los derechos de los usuarios en algo que no está sujeto a la legalidad, como son las medidas unilaterales de alteración de las tarifas que en estos momentos, en algunas líneas que no son de competencia municipal, se están produciendo. Aquí, llegados a este punto, podríamos decir aquello de “los unos por los otros, la casa sin barrer”  y mientras tanto crece el malestar entre los usuarios del transporte público que absorbe muchos más pasajeros que el tranvía por el que el señor Cámara siente tanta predilección aunque los porcentajes de usuarios sean sensiblemente inferiores.

(REDACCIÓN Y AGENCIAS)