LAS SUBVENCIONES CAEN UN 40% POR LA MENOR APORTACIÓN DEL
ESTADO Y LA COMUNIDAD AUTÓNOMA
Muchas familias de la
Región pasarán estas primeras semanas de septiembre serios apuros para llenar
las mochilas escolares de sus hijos con los libros de texto que son
obligatorios. Las ayudas para libros, que ni siquiera están aprobadas aún,
sufrirán un drástico recorte que dejará sin ayuda de ningún tipo de ayuda a miles de
estudiantes los cuales tendrán que hacer frente la compra de los libros, un
gasto que suele oscilar entre los 150 y los 400 euros, dependiendo de los
cursos y el modelo de enseñanza. El presupuesto que las Administraciones
central y autonómica dedican a las becas se reducirá este año más de un 40%.
Según fuentes de la Consejería de Educación, el mayor recorte lo realiza el
Ministerio, que aportará algo más de un millón de euros, y la Administración
regional redondeará la cifra hasta los cinco millones. El pasado curso el
Estado aportó 4,2 millones y la Comunidad la misma cantidad, sumando en total
8,4 millones de euros, que ayudaron a más de 65.000 escolares de Primaria y
Secundaria a comprar los libros de texto ya que son las etapas obligatorias.
La propia Consejería de Educación reconoce que los cinco
millones de este año darán para 40.000 ayudas nada más, pero insiste en el
importante esfuerzo que está realizando la Comunidad para alcanzar esa cuantía,
teniendo en cuenta el recorte del Ministerio, y que en otras comunidades ni
siquiera se repartirán becas. Pero además las ayudas llegarán recortadas y con
retraso. El decreto que las regula ni siquiera ha sido aprobado (la Comunidad
quiere hacerlo en el Consejo de Gobierno del próximo 7 de septiembre), y así
difícilmente estarán a disposición de los padres antes del inicio de curso,
previsto para el lunes 10 de septiembre, en Primaria, y el 17 de septiembre, en
Secundaria. Los padres beneficiarios de ayudas tendrán que recurrir a determinadas
soluciones de emergencia, como fotocopiar los libros de otros compañeros de
curso para que sus hijos puedan seguir las clases, adelantar el dinero o dejar la
deuda en las librerías, una circunstancia que no es nueva pues el curso pasado,
y a pesar de que la convocatoria de ayudas para libros se publicó en el mes de junio,
el pago se retrasó hasta enero en el mejor de los casos, ya que los padres que
no recibieron beca en el primer reparto pero sí la lograron en el segundo
tardaron varios meses más en ingresarla.
El peor escenario lo pintan las asociaciones de padres, los
sindicatos y la oposición, quienes temen que la escasez de recursos que padecen
miles de familias y la falta de ayudas provoquen que sean muchos los escolares
que comiencen el primer día de clase sin su material por lo que posiblemente sean
muchos los niños que vayan a clase sin su material. Por otra parte las ayudas
-de 110 euros para los alumnos de Primaria y de 150 para los de Secundaria- no
cubren el importe total de los libros, cuyo precio varía dependiendo del nivel
educativo (en Secundaria los lotes son más caros y pueden llegar a los 300
euros) y también del modelo educativo; los libros bilingües suelen tener un
coste más elevado.
(RESUMENDE AGENCIAS)

